Blog comercial que muestra trabajos de diplomas para homenajes en forma de pergamino.
Este Blog, no es un punto de venta, para eso está la Web oficial de la empresa "Pergaminos y Heráldicas Arte23", ubicado en Alcoy (Alicante).
Lo que intentamos enseñar son los modelos disponibles y trabajos entregados en forma gráfica e incluso multimedia.

Historia. Materia de un Diploma


La materia clásica de los buenos diplomas en la Edad media, desde el siglo VII y aun en la moderna ha sido constantemente el pergamino más o menos avitelado pero sin exclusión de otras láminas en los primeros siglos medievales. Hasta la época de Carlomagno se usó algunas veces el metal y hasta el siglo XI obtuvo algún favor el papiro. Desde el siglo XIII se prepara mejor el pergamino y se distingue por su mayor blancura y en el mismo siglo o antes (desde el XII en Sicilia por Roger II) comenzó a usarse el papel común en documentos de menor importancia lo cual se generaliza en el siglo XV a pesar de lo grosera y floja que resultaba dicha materia por entonces y que se iba mejorando de siglo en siglo. El documento más antiguo en papel que se conoce en España es un registro del año 1237 sobre el repartimiento del reino de Valencia que mandó hacer Jaime el Conquistador.
La tinta empleada comúnmente en los diplomas es la negra salvo en pequeños adornos de las letras y en firmas o rúbricas de antiquísimos documentos imperiales que la tienen roja. Alguna rara vez en documentos imperiales o reales de la época de Carlomagno se aplicó tinta áurea y más a menudo lo hicieron los Emperadores de Oriente. Pero no se refieren a ella sino al sello de oro los nombres de carta áurea o bula áurea que se dan a ciertos diplomas regios y pontificios de la Edad Media. En los documentos escritos con tinta negra desde el siglo XIII, se observa a menudo notable palidez o color amarillento en las letras debido a la descomposición química lentamente producida con el andar del tiempo. En cambio se conserva negra la de los siglos XI y XII. Se atribuye esta diferencia a que en los siglos anteriores al XIII solía emplearse la tinta de negro de humo y no la de agallas que se usó desde entonces.
La forma externa de los diplomas es la de una lámina rectangular escrita por una de sus caras (que en los pergaminos, es la interior o de carne) y dispuesta para guardarse arrollada o doblada pendiendo del borde inferior uno o más sellos de cera o de metal en los documentos más solemnes. Si estuviera escrito por ambas caras probaría con esto no ser original sino una copia o un documento falso a no ser en actas y ejecutorias cuando tienen la forma de cuaderno, lo cual es rarísimo antes del siglo XIV.
En las antiguas civilizaciones asirio-caldeas y egipcias, lo mismo que en la griega y primitiva romana, hubo sin duda, verdaderos diplomas pero su materia y su forma no se distinguían aparentemente de otros escritos nacionales consistiendo por tanto en tabletas de arcilla, papiros y láminas de bronce.

Información recogida de Wikipedia